La salud mental es un componente esencial en la vida cotidiana y, como tal, también desempeña un papel crucial en el desempeño laboral. Según datos de la Superintendenciade Seguridad Social (Suseso), el 68% de las enfermedades profesionales fueron del tipo mental, con 43 días de ausentismo laboral en promedio (el más alto de las enfermedades laborales). Alrededor del 80% de los casos se relacionó con hostigamiento, sobrecarga y conflicto laboral.

El 36% de las más de 740 mil personas trabajadoras querespondieron el Cuestionario de Evaluación de AmbientesLaborales en Salud Mental (CEAL-SM/Suseso) declararon laocurrencia de algunas de las situaciones de acoso y/oviolencia laboral ahí descritas.

La “Ley Karin” introduce varios cambios significativos. Entre ellos, se amplían los derechos de protección delos trabajadores, al incluir la violencia en el trabajo; se exige una actualización de los reglamentos internos de las compañías, y se elimina el requisito de reiteración de la conducta para calificar como acoso. Además, se establece la obligación de informar a los trabajadores sobre esta nueva normativa, un aspecto crucial para su efectiva implementación.

Estas son las principales impactos de mantener una salud mental adecuada  :

  1. Toma de decisionesLa toma de decisiones es una parte integral de cualquier puesto de trabajo. La salud mental influye en nuestra capacidad para tomar decisiones informadas y racionales. Las personas que enfrentan desafíos de salud mental pueden tener dificultades para tomar decisiones lógicas, lo que puede llevar a la procrastinación o a tomar decisiones impulsivas. En contraste, aquellos que cuidan su salud mental pueden tomar decisiones más acertadas y eficientes en el trabajo.
  2. Relaciones laborales: Las relaciones interpersonales son fundamentales en el entorno laboral. La salud mental también juega un papel crucial en la forma en que interactuamos con nuestros colegas y superiores. Las personas que están experimentando estrés o ansiedad pueden tener dificultades para comunicarse eficazmente y resolver conflictos en el trabajo. Por otro lado, aquellos que mantienen una buena salud mental pueden construir relaciones laborales más sólidas, lo que a su vez puede mejorar la eficiencia en el trabajo.
  3. Concentración y enfoque: La salud mental influye en nuestra capacidad para concentrarnos y mantenernos enfocados en nuestras tareas laborales. Cuando alguien está lidiando con problemas de salud mental, como el estrés, la ansiedad o la depresión, su capacidad para concentrarse puede verse seriamente comprometida. Por otro lado, las personas que gozan de una buena salud mental tienden a ser más capaces de concentrarse en sus tareas y, por lo tanto, son más eficientes en su trabajo.

A un mes de la entrada en vigencia de la la Ley 21.643, elpróximo 1 de agosto, conocida como Ley Karin en honor aKarin Salgado, víctima de acoso laboral -por cuya causa se suicidó en noviembre de 2019, a la edad de 39años- es oportuno abordar su puesta en marcha tanto desde la perspectiva de su correcto cumplimiento

Esta ley incluye varias innovaciones -enmarcadas en el Convenio 190 de OIT sobre la materia-, siendo una de ellas que el empleador elabore, difunda e implemente el Protocolo Preventivo de Acoso Laboral, Sexual y Violencia en el Trabajo. Para esto, su mutualidad debe dar asistencia técnica a la empresa, según las instrucciones emitidas por la Suseso a inicios de junio.

La prevención de riesgos laborales es esencial en cualquier organización que crea valor, no solo como una obligación del empleador al garantizar la seguridad y salud fisica y mental en el trabajo, sino que también porque, como ya hemos nombrado, genera resultados económicos beneficiosos y es parte central de la sostenibilidad corporativa.

La visión preventiva de riesgos laborales busca identificar peligros, medir riesgos, diseñar medidas dirigidas a eliminarlos o controlarlos. La gestión de los riesgos de la salud mental, incluyendo la violencia y acoso sexual y laboral, sigue la misma lógica. Por lo tanto, lo que se debe hacer es identificar y medir las conductas que pueden generar situaciones de acoso o violencia e implementar las medidas preventivas respectivas. Eso es el Protocolo Preventivo de Acoso Laboral, Sexual y Violencia en el Trabajo.